dilluns, 27 de juliol del 2009

SALUTACIÓ A LA UNIVERSITAT D’ESTIU DEL PARTIT DE L’ESQUERRA EUROPEA. VALÈNCIA, JULIOL 2009.

Companys, companyes, amics i amigues,

Us faig arribar aquestes paraules en nom propi i d’Esquerra Unida i Alternativa, per saludar la iniciativa de fer una Universitat d’Estiu del PEE a València, a la qual m’hagués agradat assistir personalment, però l’activitat política que es desenvolupa aquests dies a Catalunya, especialment desprès de l’Acord sobre Finançament, em fa impossible d’estar amb vosaltres. No obstant, m’agradaria compartir algunes reflexions que crec que poden ser d’utilitat pel conjunt de les esquerres europees.

A la luz de los recientes resultados de las elecciones europeas de Junio de 2009, querría compartir con vosotros y vosotras dos cuestiones que deberían centrar nuestra atención: la hegemonía conservadora y el auge de la extrema derecha, y la elevada abstención.

Las consecuencias de la crisis, y la evidencia de que debe haber un cambio social y político para salir de ella, no han traído automáticamente ni más participación social y política, ni un mayor apoyo electoral a las opciones de las izquierdas que representamos. Por el contrario, se ha consolidado una mayoría conservadora en Europa, salvo algunas excepciones, y el mensaje populista de la extrema derecha ha calado en amplias capas trabajadoras y populares, en especial en los temas relacionados con los derechos de la inmigración. La debilidad y las contradicciones en la gestión de sus gobiernos por parte de la socialdemocracia, y la fragilidad y división de la izquierda transformadora en muchos lugares de Europa, han facilitado que la hegemonía en valores y propuestas de las derechas europeas se acabe plasmando en una mayoría electoral e institucional que pone aún más dificultades al desarrollo de una Europa social, solidaria, de la paz, y de los pueblos.

En este escenario complejo, me gustaría apuntar algunas de las que, a nuestro entender, son tareas imprescindibles de las izquierdas europeas.

En primer lugar, reivindicar otro modelo de Europa, posible y necesario para salir de la crisis sin que la paguen más los trabajadores y las trabajadoras. Una Europa social, que tenga en la atención a las personas, el centro de su política, y que legisle para ampliar el modelo social europeo y no para restringirlo o desmontarlo. Una Europa que sea una entidad política autónoma y con voz propia en la política mundial, poniendo todas sus potencialidades al servicio de la Paz y de la Solidaridad. Una Europa de los Pueblos, que vaya más allá del esquema de los Estados, que reconozca la pluralidad nacional, cultural y lingüística europea, y que de espacios de participación y decisión al conjunto de las naciones y regiones que la componen.

En segundo lugar, reforzar los movimientos sociales, y reconectarlos con la acción política, para ser más fuertes y más influyentes. La acción institucional no basta por si sola para transformar la sociedad; debe ir acompañada de movimientos sociales enraizados en los sectores populares a los cuáles nos dirigimos. Hacer de la participación social y política un hecho cotidiano, es condición indispensable para superar la abstención electoral, que es una consecuencia, no una causa, de la falta de participación cotidiana, de la desmovilización y despolitización social.

Y en tercer lugar, debemos reivindicar los valores de la unidad y de la pluralidad de las izquierdas en la construcción de nuestro espacio político, en cada nación, y también, a nivel europeo. Debemos ser capaces de abrir nuestro espacio político al conjunto de las tradiciones de la izquierda transformadora y ecologista, e incorporando a los nuevos movimientos sociales. Ha quedado demostrado que la división de nuestro espacio nos debilita, y nos hace perder credibilidad como alternativa política y electoral, y lo que es peor, ha facilitado victorias de la derecha en numerosas ocasiones.

Por eso, el Partido de la Izquierda Europea debe ser más grande, más plural, y con más capacidad de generar complicidades con la izquierda social europea.

Permeteu-me que acabi la intervenció com l’he començat, en català, la llengua de Catalunya, i també del País València, que parlen més de 10 milions de persones, i que aspirem a que sigui llengua comunitària en les institucions europees.

Salut, bona feina, i bones vacances d’estiu.


Jordi Miralles i Conte
Coordinador General de Esquerra Unida i Alternativa
Membre del Consell de Presidents del PEE