ENS HA DEIXAT ANTONIO MITADIEL

Aquestes són les paraules que va llegir Juan Manuel Patón al comiat d’ahir del company i amic Antonio Mitadiel, de Castelldefels. Ha mort un bon amic i un bon comunista.

Amigos y amigas,

La intención de mis palabras es contribuir a que nos quede de Antonio un recuerdo completo, de todas las facetas de su identidad, de lo que él ha sido, tal como creo que a él le gustaría que le recordáramos: además de sus aspectos familiares y profesionales, los de carácter social y político. Porque Antonio, además de miembro de su familia y de sus amistades, además de su ámbito profesional, se sentía un trabajador, un vecino de su barrio y de su ciudad, un ciudadano de su país. Y ha actuado siempre como tal. Las cosas que ha hecho en esos aspectos expresan también su personalidad y su identidad. Creo que a Antonio le habría gustado saber que quedará en nuestro recuerdo todo lo que él ha sido, es decir, todo lo que ha hecho, no sólo en su vida privada sino también en su actividad social y política. Permitidme que dé sólo unas pinceladas en esos aspectos al retrato de Antonio que guardaremos en nuestra memoria.

Antonio fue, desde muy joven, una persona consciente de su condición de miembro de diversos colectivos y se implicó en ellos. Como vecino y ciudadano, en la AA.VV. del Castillo-Pueblo Viejo que contribuyó a impulsar en los años 70 desde la Vocalía de Jóvenes, que –entre otras cosas- editó el primer boletín vecinal de Castelldefels. En estos últimos años ha trabajado en la reactivación del barrio con la AA.VV. de Can Vinader, a la que ha representado en la Federación de AA.VV. de Castelldefels, que presidió durante un tiempo. Ligado a su barrio, ha contribuido de manera relevante a la decisión de trasladar la Planta de Compostaje de Can Vinader fuera de la ciudad. Eso y otras implicaciones en la mejora de la vida de la gente de Castelldefels y más allá respondieron al mismo impulso ético que le llevó a organizarse políticamente con los comunistas y otra gente de izquierdas ya desde la transición política. Antonio sentía suyas dos banderas: la roja y la tricolor, la de la lucha por los derechos de los trabajadores y el cambio a una sociedad más justa, y la de la lucha por un estado más democrático y moderno.

Antonio siempre defendió públicamente sus ideas sin pelos en la lengua. Pero, sobre todo, además de hablar y escribir, ha actuado, ha trabajado codo con codo con sus compañeros. No ha sido de los que dicen mucho y hacen poco o nada. Son sus acciones las que le definen y marcan su personalidad de un rojo intenso.

Hasta siempre, compañero.